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lunes, 19 de marzo de 2012

Lepisma saccharina. El pececillo de plata.


Muchos consideran a esta criatura como un parásito que, en menor o mayor medida, puede acarrear riesgos para la salud. Nada más lejos de la realidad.
Este insecto tisanuro, cuyos antepasados se remontan a 400 millones de años atrás, y que presenta una fuerte fototaxia negativa (esto es, rehuye de la luz) tiene particularidades que lo hacen digno de observar: primero, es un auténtico fósil viviente de lo que serían los insectos
más primitivos. El lepisma carece de alas, pero esto no es debido a una involución por la cual las haya perdido, sino que nunca las tuvo, y es por ello por lo que afirmo que es un claro ejemplo de un insecto muy primitivo, cuando aún estos no tenían alas.
Otra característica, que me atrevo a decir francamente sorprendente, es que son capaces de sintetizar celulasa. Los lepismas se alimentan de celulosa, y para digerirla, así como cualquiera de los seres de alimentación similar, necesitan de la enzima celulasa. Lo curioso del caso es que ningún ser es capaz de sintetizar celulasa, necesitando la ayuda de unas bacterias simbióticas del interior de su organismo, salvo el lepisma y un molusco llamado Teredo navalis.
La reproducción de los lepismas se me asemeja a la de anfibios como la salamandra, los machos dejan un espermatóforo, es decir, una bolsita con esperma, y guían a la hembra hasta ella. Cuando la hembra la localiza, la introduce en su aparato genital, fecundándose.
Así, podemos decir que los lepismas no copulan.


Ahora bien...¿qué me lleva a escribir sobre él? Esta entrada se debe, sobre todo, a que hace una semana, más o menos, capturé un ejemplar de este insecto. Estaba en casa, y por lo que se ve, al encender la luz, se quedó paralizado y confuso. Aprovechando esto, y en tanto que siempre tuve curiosidad por observarlos, sumado al hecho de que si lo dejaba ahí probablemente sería pisado, cogí un tubo de ensayo, humedecí un algodón para permitirle beber y que tuviera un suministro de humedad, inserté este algodón en el tubo, y capturé al lepisma. Puedo decir que come sin ningún problema y que, hasta ahora, no ha te
nido problemas. Recientemente limpié su tubo de ensayo y mientras se secaba permití al lepisma pasearse por mi mano, para poder mirarlo con más detenimiento. Son increíblemente rápidos y escurridizos, todo sea dicho de paso.
Incluyo algunas fotos, aunque no de mi ejemplar, pues aún no dispongo de una cámara para fotografiarlo en condiciones:



2 comentarios:

Anónimo dijo...

ASTUR
Aunque no suelo enviar comentarios considero que hoy es un buen día para hacerlo,así que te envío mis FELICITACIONES Y TE ANIMO A SEGUIR.
FELICIDADES

Druid dijo...

Muchas gracias :)