Uno de los anfibios más peculiares, raros y, como no, escasos, del planeta ha reaparecido tras lo que se había creído su extinción a partir de que no se produjeran nuevos avistamientos desde el año 1924: la rana arcoiris.
Si bien es cierto que los investigadores que han tenido la fortuna de encontrar este anfibio (lo han hecho en los bosques de Borneo) han traído la buena nueva de que aún existen ejemplares en libertad, también nos traen un dato con el que debíamos contar: simplemente se han visto tres de ellos.
Puede que sea una especie esquiva a la vista, puede por tanto que haya más, o, viéndolo desde el punto de vista pesimista, tal vez su número sea tan alarmantemente bajo.
Las causas de su desaparición, pues no olvidemos que esta especie se caracteriza por su alto índice de reproducción, parecen estar relacionadas con el mercado negro, mediante el cual se distribuyen a coleccionistas de lo exótico estos animales.
De aspecto curioso, esta rana ronda los 30-40mm en hembras y 20-30mm en machos, el verde, azul, amarillo o rojo son colores que fácilmente se distinguen en su lomo, de ahí el nombre de arcoiris.
Son animales de costumbres nocturnas, dormitando durante el día y desarrollando su actividad cuando cae la noche.
Aunque se trata de una rana que, en términos cotidianos podríamos llamar "flaca", ha desarrollado un interesante sistema de defensa ante los predadores, que consiste en inflarse para intimidarlos, asemejándose así a un ejemplar de mucho más tamaño:
Debemos el redescubrimiento al doctor Indraneil Das y a uno de sus alumnos, que durante una expedición nocturna en los bosques de Borneo, intentando encontrar nuevas especies, trajeron la estupenda noticia de que esta rana aun puebla nuestro mundo.
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